Un encuentro con Dios a través de 1 y 2 de Corintios (2016)

Capítulo 1

(1-31) Pablo inicia esta carta a los Corintios saludándoles y agradeciendo a Dios por todas las cosas que han recibido de su mano. Es una hermosa manera no solo de iniciar una carta sino de iniciar el día. Agradece a Dios por todo lo que has recibido de su mano. "El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo" (ver. 8). No solo es Proveedor, sino Sustentador. Solo con su ayuda podremos permanecer fieles hasta el final. "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor" (ver. 9). El ser humano no ha sido llamado a la enemistad con Dios. Si en algún momento lo hemos permitido es muy diferente, pero el plan de Dios es que estemos en comunión con su Hijo Jesucristo. De modo que, con este fundamento, Pablo entra en materia y exhorta al pueblo a mantener la unidad. "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer" (ver. 10). Después de haber estado con ellos predicando, el tiempo estaba pasándoles la factura. No podemos permitir que, en la medida que el tiempo pasa, la unidad entre los hermanos se desvanezca. Las diferencias entre ellos empezaron a crecer. "Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo" (ver. 12). Siempre que el lugar que le corresponde a Dios es usurpado por el hombre, vienen los problemas. No permitamos que otra persona o cosa ocupe el lugar que solo le corresponde a Él.

"Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo" (ver. 17). ¿Tienes claro cuál es tu llamado? ¿Ya sabes para qué estás en esta tierra? Si todavía no lo sabes pídele a Dios que te lo muestre. Nuestra vida cobrará sentido y frescura en cada actividad que realicemos porque estaremos seguros que estamos cumpliendo con la misión que Dios nos ha asignado directamente.

"Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte" (ver. 27). Dios es extraordinario. Hace las cosas de formas en las que menos esperamos, sin embargo, sus métodos siempre funcionan. Déjate llevar por la lógica de sus pensamientos, practica sus enseñanzas aunque te parezcan "absurdas". Al final nos daremos cuenta que era lo mejor que podíamos hacer. "Mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención" (ver. 30). Sigamos sus pisadas y nuestro caminar será siempre seguro.

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