Un encuentro con Dios a través de Lucas (2016)

Capítulo 1

(1-80) Hoy iniciamos la lectura del Evangelio desde la perspectiva de Lucas, uno de los escritores más prolíficos del Nuevo Testamento (el otro escritor es Pablo). Notamos el cuidado y la dedicación mientras lo hizo (ver. 3). Lucas nos presenta a Jesús como uno que está al pendiente de las necesidades de la gente y es amigo de la humanidad.

Qué agradable es cuando los demás dicen cosas bonitas de nosotros. Lucas escribió: "Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor" (ver. 6). Lograr una buena reputación no es fácil, solo se logra cuando sometemos nuestra voluntad a Dios y permitimos que Él dirija nuestra vida.

Todos nosotros tenemos sueños. Algunos se han cumplido, otros aún no. ¿Te imaginas que un ángel se te apareciera y te dijera que ese sueño que has estado esperando está a punto de hacerse realidad? "Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan" (ver. 13). Lástima que Zacarías no le creyó. "Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo" (ver. 20). Zacarías tuvo su lección y, aunque al principio no creyó, lo aceptó después. Me llama la atención un dato que nos presenta Lucas: "Y cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa" (ver. 23). ¿Te imaginas cómo fueron esos días? Seguramente le parecieron eternos. Si hubiera sido yo, tal vez no me hubiera esperado nada y hubiera salido corriendo a contarle a mi esposa que, finalmente, íbamos a ser padres. Sin embargo, Zacarías no permitió siquiera que una noticia como ésta, lo distrajera de sus deberes como sacerdote. ¡Qué ejemplo de dedicación al ministerio!

Los planes de Dios para nosotros siempre son extraordinarios: "porque será grande delante de Dios" (ver. 15). No importa bajo qué circunstancias estemos, debemos trabajar y permitir que los planes que Dios tiene para nosotros se cumplan "porque nada hay imposible para Dios" (ver. 37).

Lucas registra en el mismo capítulo otro embarazo milagroso. En esta ocasión, la respuesta es extraordinaria: "Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia" (ver. 38).

El sacerdote Zacarías sintió la presión familiar sobre el nombre de su hijo. Todos le empezaron a decir al niño Zacarías, pero él insistió y les dijo que su nombre sería Juan. Después de todo, esa había sido la indicación del ángel. "Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él" (ver. 66). Sí, "la mano del Señor" está con todos sus hijos. Tú y yo somos uno de ellos y tenemos una misión que cumplir en esta tierra. Vivamos comprometidos por esa misión.

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